- La organización ha presentado un documento que apuesta por medidas concretas en ámbitos como la emancipación, la salud, la educación integral o la reconstrucción equitativa y sostenible
- Pilar Blasco: “Es importante que se haga un estudio de las consecuencias que sufren y sufrirán las personas menores de 30 años, uno de los colectivos más se resiente ante cualquier crisis”
- El documento conforma un marco base para que la Administración Pública tenga en consideración las necesidades de la juventud valenciana en la hora de plantear las medidas para la recuperación social
El Consell Valencià de la Joventut ha presentado hoy un documento que analiza el impacto de la COVID-19 en la juventud valenciana y propone medidas concretas en ámbitos como la transversalidad de las políticas de juventud, la educación formal y no formal, la ocupación o la vivienda. Según su presidenta, Pilar Blasco, este manifiesto es “la base” para realizar “un estudio cuantitativo y cualitativo” sobre las consecuencias que sufrirán las personas valencianas menores de 30 años, “uno de los colectivos más vulnerables ante cualquier crisis”. Por eso, según el Consell Valencià de la Joventut, hay que “apostar por la juventud, ahora más que nunca, para no cronificar su pobreza”.
En el documento, donde han colaborado entidades y consejos de juventud , se deja patente la preocupación que sienten las personas jóvenes sobre su futuro y los problemas que esto comporta para su salud mental. “Las consecuencias socioeconómicas de la crisis generan y generarán tensión económica, incertidumbre sobre el futuro, frustración, desmotivación o ansiedad. Por eso hay que reforzar de forma prioritaria el sistema público de asistencia psicológica permanente”, ha explicado Blasco.
La presidenta también ha expresado “la preocupación que sienten” por algunas de las medidas que han lanzado desde el gobierno central y que “dejan fuera las personas menores de 23 años”, como el Ingreso Mínimo Vital. En este sentido, ha apuntado: “Las personas de 16 a 23 años también tienen trabajos precarios y temporales, además del tiempo que dedican a su formación. Negarles el Ingreso Mínimo Vital es negar esta realidad”.
Entre sus medidas, el manifiesto hace especial mención a la necesidad de regular los precios del alquiler y de aumentar las partidas presupuestarias de las ayudas a la vivienda. “Hay que recordar que la mayoría de las personas jóvenes no puede emanciparse y, si lo hace, es con la modalidad de alquiler. Por eso, después de la crisis sanitaria será muy importante dar un impulso a la vivienda por no dejar a nadie atrás”, ha apuntado la presidenta del Consell.
Por su parte, la educación formal y no formal tienen un papel relevante en esa recuperación. Desde el Consell Valencià de la Joventut creen necesario “garantizar el derecho al ocio educativo”, como apunta la Ley de Políticas Integrales de Juventud, para que niños, niñas y jóvenes puedan acceder. Además, también aboguen por la reducción de las tasas universitarias, programando una bajada progresiva e incidiendo especialmente en las segundas, terceras y posteriores matrículas. “Es importante que se elimine, además, el requisito académico de las becas de la Generalitat, porque esto solo aboca las familias más vulnerables a un círculo vicioso del cual no pueden salir”, ha dicho Pilar Blasco.
Desde el Consell Valencià de la Joventut creen que “es el momento oportuno” para el “replanteamiento de las relaciones” y el planteamiento de “cambios estructurales”, tanto en cuanto a la diversidad como por “la apuesta hacia un nuevo modelo de relación con el medio ambiente”. En este sentido, Blasco ha apuntado: “Hay que pensar en un tipo de relaciones donde las personas estén en el centro, sobre todo aquellas a las cuales la crisis de la Covid-19 los afecta de una forma más particular o agraviada a causa de discriminaciones previas (mujeres, personas con discapacidad, etc.)”.