- “A las puertas del 8 de marzo nos encontramos con unos datos que nos recuerdan que todavía queda un largo camino que recorrer en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres”, afirma la presidenta del CVJ
- La entidad juvenil reclama medidas para el fomento de la emancipación “transversales y a largo plazo” y que “provoquen cambios estructurales” en el mercado laboral y en el de la vivienda
La emancipación juvenil en la Comunitat Valenciana ha caído hasta el 13,7% en el primer semestre de 2021, experimentando un descenso del 3,5% respecto del año anterior y situándose por debajo de la media nacional (14,9%), según los últimos datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España.
Esta bajada ha tenido un impacto especialmente severo entre las mujeres jóvenes, aunque el número de las jóvenes emancipadas es mayor que el de los hombres. Así, la tasa de emancipación entre las mujeres jóvenes se ha reducido en más de 5 puntos porcentuales, mientras que la de los hombres jóvenes solos decrece un 2%.
“La emancipación juvenil en nuestro territorio ha caído casi nueve puntos porcentuales en los últimos diez años, como consecuencia de la crisis financiera de 2008 y la crisis económica provocada por la pandemia, pero también por la falta de políticas en la materia”, ha denunciado la presidenta del CVJ, Cristina Martínez, esta mañana en rueda de prensa.
Por su parte, el responsable de Consejos de la Juventud, Participación y Voluntariado del Consejo de la Juventud de España (CJE), Juan Gallo, que también ha participado en el encuentro, ha señalado “la necesidad de continuar profundizando en medidas para acabar con la crisis que viven las personas jóvenes” y ha recordado que “el CJE ha presentado 12 enmiendas en la Ley de Derecho a la Vivienda, actualmente en debate en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de impulsar la emancipación juvenil”.
Feminización de la precariedad laboral
Martínez también ha alertado del ensanchamiento de la brecha de género en lo referente a las condiciones laborales y económicas y ha explicado que “las mujeres jóvenes lideran todos los indicadores de precariedad laboral”.
La temporalidad entre las jóvenes se sitúa en el 66,7% y ha experimentado una crecida del 13,2%, casi el triple que entre los hombres. En cuanto al total de la población joven valenciana, 9 de cada 10 contratos firmados en el primer semestre de 2021 fueron temporales.
Asimismo, el trabajo a tiempo parcial entre las mujeres jóvenes ha aumentado hasta el 40,1% en los primeros seis meses de 2021, mientras que se reduce casi en la mitad entre los hombres jóvenes (23,7%). También el subempleo, es decir, que trabajan menos horas de las que quieren o pueden, ha aumentado entre las jóvenes (20,5%), al tiempo que se ha reducido entre los jóvenes (15,6%), generando una brecha de más de cinco puntos.
“A las puertas del 8 de marzo nos encontramos con unos datos que nos recuerdan que todavía queda un largo camino que recorrer en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres”, ha afirmado Martínez, quien ha añadido que “la perspectiva de género tiene que estar presente en las políticas de fomento de la emancipación juvenil”.
Además, el salario medio que perciben las personas valencianas menores de 30 años es de 835 euros, una cifra que, a pesar del aumento que ha experimentado respecto al año anterior, está por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (1.000 euros) y la media estatal (895,47 euros).
Acceso a la vivienda
El acceso a la vivienda continúa siendo una “misión imposible” para la juventud. Una persona joven asalariada tiene que destinar el 62,4% de su salario a pagar el alquiler si se emancipa en solitario y un 35,1% si comparte piso. Estas cifras han mejorado respecto a los últimos meses de 2020, pero todavía superan la recomendación del Banco de España, que aconseja que este gasto no suponga más del 30% del sueldo.
En cuanto a la compra de vivienda, la enorme inestabilidad laboral y los bajos salarios que perciben las personas jóvenes impiden cumplir con los requisitos necesarios para acceder a la financiación hipotecaria en la mayoría de casos.
“Olvidarse de la juventud y no garantizar una vida digna para las personas jóvenes no solo nos afecta a nosotras, sino que el impacto repercutirá en toda la sociedad a través de la insostenibilidad de las pensiones, la caída de la natalidad o la pérdida de poder adquisitivo de las familias jóvenes, entre otras cosas”, ha explicado Martínez.
Medidas estructurales y a largo plazo
El CVJ ha reclamado medidas para el fomento de la emancipación “transversales y a largo plazo” y que “provoquen cambios estructurales” en el mercado laboral y en el de la vivienda “sin olvidar la perspectiva de género”. Entre sus propuestas destacan la regulación del precio del alquiler, la elaboración de un Plan Valenciano de Vivienda para Jóvenes y el impulso del cambio generacional en las empresas mediante los contratos de relevo como mecanismo de contratación de una persona joven por cada jubilación. También han pedido acciones destinadas a sensibilizar a empresas y ciudadanía sobre las desventajas que sufren las mujeres jóvenes y la inclusión de sellos que certifiquen a empresas, asociaciones y cooperativas con planes para la inserción laboral de mujeres jóvenes y colectivos en riesgo de pobreza o de exclusión social.
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