La pandemia de la Covid-19 y la crisis socioeconómica provocada por la irrupción del virus en nuestras vidas han tenido un impacto especialmente severo en la juventud valenciana, hecho que nos ha convertido en el grupo demográfico más afectado en términos de independencia económica, precariedad laboral, paro y salud mental, principalmente. Las personas jóvenes ya fuimos uno de los colectivos que más sufrió las consecuencias de la crisis financiera de 2008 y desde aquel momento hemos asistido a la cronificación de la pobreza y la precariedad juvenil. Ahora, la Covid-19 ha empeorado una situación que ya era mala de por sí.
Por eso, es necesario que la juventud se convierta en una prioridad para los poderes públicos y en el objeto central de unas políticas creadas especialmente para dar soluciones a los problemas que nos acechan. El próximo 28 de septiembre arranca en Les Corts Valencianes el debate de política general, una cita parlamentaria donde el Gobierno de la Generalitat y los diferentes grupos políticos con representación en la cámara debaten sobre el estado de la Comunitat Valenciana, las principales cuestiones a abordar desde las instituciones y las líneas rectoras de la política autonómica para el nuevo curso político.
Desde el Consell Valencià de la Joventut (CVJ), pensamos que es esencial que la juventud sea una de las protagonistas principales de este debate. Necesitamos que se visibilice en el ámbito político la realidad que afrontamos actualmente las personas menores de 30 años en la Comunitat Valenciana, al mismo tiempo que se profundiza en las problemáticas que sufrimos y su origen. Todo esto encaminado a la consolidación de unas políticas públicas eficientes y transversales que den respuesta a nuestras demandas y necesidades.
Salud mental
Salud mental Uno de los mayores impactos que la pandemia ha tenido sobre la gente joven ha sido la aparición o el empeoramiento de los problemas de salud mental. El 43,1% de las personas jóvenes valencianas considera que el confinamiento afectó su salud mental, según el estudio ‘El impacto de la COVID-19 y la «nueva normalidad» en la juventud valenciana’, elaborado por la Institut Valencià de la Joventut (IVAJ) y el CVJ. Concretamente, el 50,6% sintió ansiedad durante los meses en casa y el 25,8% todavía la sufre en la «nueva normalidad». La mayoría de las personas encuestadas destacaron la preocupación por no saber qué pasará, el aburrimiento y la tristeza como los sentimientos más frecuentes.
Paro y ocupación
Los efectos socioeconómicos de la crisis y los problemas educativos y la convivencia durante el confinamiento son las causas más mencionadas de la afectación en la salud mental en la investigación. Estos datos confirman lo que desde el CVJ llevamos denunciando en el último año: las cuestiones materiales en las que vivimos la gente joven también tienen un impacto muy importante en nuestra salud mental. Incluso, pueden ser el detonante de muchas enfermedades psicológicas.
Las cifras de paro juvenil se han disparado durante el último año hasta el punto de ser España el país de la Unión Europea con una mayor tasa de personas jóvenes paradas. Además, hay que tener presente la calidad del trabajo al cual la juventud accedemos. La Comunitat Valenciana somos la autonomía con una mayor parcialidad entre las personas ocupadas jóvenes con una tasa del 29,4%,según los datos del informe del Observatorio de Emancipación Juvenil referente al segundo semestre de 2020. También lideramos, solo por detrás de Cantabria y Canarias, la sobrecualificación. El 54,4% de la juventud con trabajo lleva a cabo tareas que requieren una menor calificación académica que la que pueden acreditar. Muy preocupante también es la temporalidad. El 92% de los contratos laborales firmados por personas menores de 30 años no son indefinidos y casi el 44% tienen una duración menor de un año.
Vivienda
Por otro lado, la juventud también tenemos problemas para acceder a la vivienda. Los altos precios del alquiler o los requisitos exigibles para acceder a un crédito hipotecario nos imposibilita abandonar el hogar familiar o emanciparnos en solitario. Según el informe mencionado anteriormente, una persona joven tiene que destinar el 71,9% de su salario para hacer frente al pago del alquiler. El porcentaje se reduce hasta el 37,6% si se opta por compartir piso, pero la cifra continúa por encima de la recomendación del Banco de España de destinar un máximo del 30% del sueldo a la vivienda.
Emancipación
La confluencia de estas condiciones provoca que la gente joven no pueda poner en marcha su proyecto de vida de manera autónoma y estable. De hecho, la tasa de emancipación juvenil en la Comunitat Valenciana al acabar el 2020 era del 17,2% y la edad media a la cual la juventud deja el hogar familiar es de 29,8 años en el Estado español, según Eurostat. Es innegable que estas condiciones materiales precarias que afectan a la mayor parte de la juventud tienen un impacto en la calidad de nuestra salud mental. La incertidumbre sobre el futuro, la ansiedad o el estrés encuentran en estos datos un detonante clave para poner en peligro el bienestar emocional de la juventud.
Qué queremos
Por este motivo,reivindicamos una visión transversal de la salud mental, tal como pedíamos en la campaña‘Mentalment Gelades’, que lanzamos con motivo del Día Mundial de la Juventud el pasado agosto. No se puede trabajar la salud mental únicamente desde la Conselleria de Sanidad dado que el origen de muchos problemas psicológicos trasciende el ámbito de la salud. Es necesario que se trabaje de manera coordinada y transversal desde todas las áreas del Gobierno para revertir las consecuencias socioeconómicas de la pandemia y, así, garantizar el derecho de la juventud a una buena salud mental.
Ahora, aprovechando la celebración del debate de política general en la Comunitat Valenciana, es el momento de hacer oir la voz de la juventud, visibilizar nuestra realidad y exigir medidas que den respuesta a nuestros problemas. Desde el Consell Valencià de la Joventut, nos hemos marcado como objetivo conseguir que se apruebe en el hemiciclo una propuesta de resolución que presentaremos a los grupos parlamentarios, donde pedimos que la Cámara autonómica que inste al Consell a poner en marcha acciones concretas destinadas a mejorar la salud mental de la juventud valenciana, garantizar el acceso a la vivienda y generar oportunidades laborales para las personas jóvenes. Además, también queremos conseguir que este texto reciba el máximo apoyo por parte de todos los partidos con representación en Les Corts Valencianes y convertir esta acción en una muestra del consenso político que la juventud necesitamos ahora mismo alrededor de las cuestiones que nos afectan.