- • El 50,6% de la juventud valenciana sintió ansiedad durante el confinamiento y el 25,8% todavía la sufre en la “nueva normalidad”
- • “Me preocupa como joven el futuro que nos espera y si se asemejará a esto que estamos viviendo. Siento que mi futuro profesional y laboral será todo un reto”, afirma una de las participantes del estudio ‘El impacto de la COVID-19 y la “nueva normalidad” en la juventud valenciana’
“Me sentía muy deprimida, como si todo lo que hiciera de repente ya no tuviera sentido”. Este es uno de los testimonios que recoge el estudio ‘El impacto de la COVID-19 y la “nueva normalidad” en la juventud valenciana’, elaborado por el Institut Valencià de la Joventut y el Consell Valencià de la Joventut, con el objetivo de conocer cómo ha impactado la pandemia y el confinamiento entre las personas de 12 a 30 años.
La juventud es el colectivo demográfico más afectado por la crisis económica y social provocada por la pandemia. El estudio intenta calcular el grado de afectación de la COVID-19 en diferentes ámbitos de la vida de las personas jóvenes durante el confinamiento y la posterior “nueva normalidad”.
El informe final ofrece datos sobre salud mental, emancipación y ocupación. También la preocupación de la gente joven ante el contagio o la criminalización de este grupo de edad en los medios de comunicación son otras cuestiones tratadas en el estudio.
Salud mental
El 43,1% de las personas jóvenes valencianas considera que el confinamiento afectó a su salud mental. Concretamente, el 50,6% sintió ansiedad durante los meses en casa y el 25,8% todavía la sufre en la “nueva normalidad”. Destacan también la preocupación por no saber qué pasará, el aburrimiento y la tristeza como los sentimientos más frecuentes.
“Necesitaba volver a la universidad, necesitaba volver a ver a mis amigos y necesitaba seguir con mi vida normal, salir a pasear con amigos y disfrutar de las cosas de las cuales siempre había disfrutado. Esto hizo que cayera en una especie de depresión. No comía, sentía que nada tenía sentido y no podía dormir. Perdí interés en casi todo y no disfrutaba de las cosas como antes. Mi horario de comidas y de sueño cambió completamente, y todavía lo continúo arrastrando”, relata una de las participantes del estudio.
Los efectos socioeconómicos de la crisis y los problemas educativos y la convivencia durante el confinamiento son las causas más mencionadas de la afectación en la salud mental.
Las personas encuestadas mencionan el deporte y la música entre las actividades que más los motivaban durante el confinamiento y citan como pasatiempo cocinar, ver series y películas, jugar a videojuegos y juegos de mesa, hacer manualidades o subir a la terraza comunitaria. Las mascotas fueron una gran compañía y fuente de entretenimiento.
Emancipación y ocupación
Las cifras aportadas reflejan que un 22,2% de las personas jóvenes ha dejado de ser independiente económicamente, mientras que un 12,2% ha tenido que dejar la vivienda en el cual residía y volver a la casa familiar. Así, el 38,3% de las personas jóvenes ha necesitado ayuda económica puntual, donde destacan especialmente las mujeres, las personas jóvenes de 18 a 23 años y las personas extranjeras.
Respecto de las perspectivas de futuro, el 41,1% de la juventud valenciana considera que la pandemia retrasará el momento de emanciparse. “Si no tenemos trabajo, ¿cómo podemos pensar al irnos de casa? ¿Con qué dinero pagamos el alquiler?”, se pregunta uno de los participantes.
La crisis provocó que un 25% de las personas jóvenes valencianas estuvieran en ERTE, y que un 5,7% fueran despedidas en el verano de 2020. Al finalizar el año, el paro juvenil valenciano ha aumentado del 23,3% al 31,4%. “Desde el primer día me quedé sin trabajo. Fueron 6 meses de estar parada y sin ingresos. Me generó mucha ansiedad, que todavía me dura”, comparte una de las encuestadas.
Por otro lado, la gente joven que ha tenido que teletrabajar reclama una regulación de esta modalidad laboral para garantizar el respeto de sus derechos, puesto que el 61,5% ha trabajado más horas de las dedicadas en la modalidad presencial.
Criminalización de la juventud
La juventud ha sido el objetivo de varias campañas de criminalización sobre un supuesto comportamiento irresponsable, pero los datos de la preocupación de la juventud sobre crisis sanitaria y el bienestar de su entorno dicen lo contrario. Al 61,8% de las personas jóvenes valencianas los preocupa contagiarse bastante o mucho, y al 92% los preocupa bastante o mucho que se contagie alguien de su entorno.
“A mí me gustaría que vieran que muchos de nosotros hemos estado mucho tiempo sin ver a nuestros abuelos o sin juntarnos con mucha gente o sin ver a nuestra familia o lo que sea y que reconozcan que lo estamos haciendo bien”, recoge uno de los testigos del estudio.
El texto también aporta datos positivos a través de los aprendizajes de la pandemia entre la gente joven. Destacan el descubrimiento de la fortaleza personal para afrontar situaciones complicadas y la adaptación a los cambios, así como la solidaridad social, la empatía y la conexión global. También la juventud sale del confinamiento valorando más al personal sanitario y otras profesiones que han desarrollado su tarea en la pandemia.
“Me preocupa como joven el futuro que nos espera y si se asemejará a esto que estamos viviendo. Siendo que mi futuro profesional y laboral será todo un reto”, afirma una persona encuestada en el estudio. La juventud tiene que hacer frente a un futuro incierto mientras arrastra la herencia de la crisis financiera del 2008 y los efectos de una fatiga pandémica que está a punto de cumplir un año.
El director general del IVAJ, Jesús Martí, y la presidenta del CVJ, Cristina Martínez, presentarán el estudio este martes, 23 de febrero, a las 18 horas en la cuenta de Twitch del Consell Valencià de la Joventut.
Consulta el estudio completo aquí.